A lo largo del mes de noviembre hemos tenido varias oportunidades de celebrar la vida:
Ser santo
Comenzamos el mes la fiesta de la vida en plenitud: todos los santos. Ser santo, decía el beato Pedro Ruiz de los Paños, es amar mucho, nada más. Ser santo es hablar de esa forma de vida que todos queremos para nosotros y para nuestros seres queridos, es la puesta en práctica del máximo anhelo del hombre:
SER FELIZ
Por eso, el comienzo del mes de noviembre nos habla del sabor que todos deseamos para nuestra vida: la felicidad.
Cruza la Vida
Los días 6 y 7 de noviembre acudimos como otros años a la cita de oración ante la cruz con otros niños y adolescentes en la Catedral. Esta celebración es siempre un acontecimiento de vida, de la vida que Jesús nos entrega en la cruz y que nosotros estamos llamados a dar continuidad. Este año con el lema bautizados y enviados se nos invitaba a poner de relieve los tres regalos del bautismo para nuestra vida cristiana. Por el bautismo somos llamados a dar testimonio con nuestra vida siendo el corazón, la boca y las manos de Jesús. O, dicho de otra manera, siendo:
- Sacerdotes: Mostrar a otros el camino de amor que Jesús nos ha enseñado con sus palabras y sus obras teniendo un corazón bondadoso.
- Profetas: Contar a otros la importancia que Dios tiene en nuestra vida. Hablar de Dios, poner en nuestra boca las palabras de Jesús.
- Reyes: actuar de acuerdo a la dignidad humana y cristiana que tenemos. Actuar con coherencia, de una manera acorde a los valores en los que decimos fundamentar nuestra vida. Que nuestras manos sirvan para la construcción de un mundo mejor.
Derechos de la infancia
El 20 de noviembre se celebró el trigésimo aniversario de la Convención de los Derechos del Niño. Son derechos que damos por supuestos y no nos damos cuenta de lo que supone gozar de: educación, sanidad, familia,… Todo ello va forjando nuestra vida y le va confiriendo un sabor único, inigualable, inconfundible.
Los derechos nos ayudan a construirnos como personas siempre que estemos dispuestos a ejercerlos de manera responsable y cumplamos con los deberes, compromisos que emanan de ellos.
Día contra la violencia de género
Ya casi finalizando el mes, una nueva conmemoración que es un grito por la vida, porque por encima de cualquier otro derecho está siempre la vida, la vida propia y la vida de los demás. Nadie es dueño de la vida de otro y en ese día nos unimos a esa voz que clama por nuestras calles condenando cualquier tipo de violencia y, en este caso la violencia contra la mujer.
En resumen
El mes de noviembre es para nosotros un mes dedicado a la vida:
vida plena,
vida que se entrega,
vida que se compromete con derechos que mejoran las condiciones de vida.
Y queremos invitar a todos a celebrar con nosotros la vida:
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