Somos una familia, una familia formada por alumnos, profesores, padres, madres, abuelos…
Y, todos los martes y jueves nos unimos a Ti,
María, de una forma especial,
dedicándote un ratito de nuestro tiempo
para celebrar con alegría que somos tus hijos.
En ese tiempo reflexionamos en algunos de tus dones,
ellos iluminaron tu vida, la hicieron según el plan de Dios.
Ayúdanos, María, a hacer crecer tus dones,
a iluminar con ellos nuestra vida y la vida de los demás.
Tu capacidad de escucha te hizo capaz de decir Sí a Dios,
también nosotros queremos escuchar a Dios
y construir nuestra vida según su voluntad.
Por eso, todos los días terminamos nuestra oración cantando: ¡Hágase!
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