Dejando huella en el camino

Los últimos días del curso son el momento idóneo para revisar el curso y también para recordar el lema del curso:

Y tú, ¿@ quién sigues?

El seguimiento habla de camino, de ponerse en marcha y, puesto que estamos en el Camino de Santiago hemos pensado que la mejor manera de hacer esta revisión era hacer una etapa del camino. Dispuestos a ponerlo en práctica, a primera hora de la mañana hemos salido hacia la plaza de San Marcos.

Allí hemos recordado los distintos personajes a los que hemos seguido:

Una breve oración ha recogido las actitudes con las que hemos querido hacer este tramo:

Gracias, Padre Dios, por los pies que me has dado.

Ellos me están llevando por sendas y caminos a donde tú me conduces.

Gracias, por los pies de tantos peregrinos, que me hacen sentir a mí también, parte de una historia.

El camino ha transcurrido tranquilo y al llegar al santuario, algunos que nunca lo habían visitado no han podido evitar una expresión de asombro.

Allí se ha hecho realidad, en un ambiente de oración, la consigna que les habíamos dado para el camino:

Mira, calla, admira y agradece

Una vez en el santuario, hemos recordado ante la Virgen del Camino:

• las características de María, una muchacha con los mismos deseos e ilusiones que cualquier joven: generosidad, entrega, compromiso arriesgado, ilusión, disponibilidad, apertura a lo nuevo…
• Su disponibilidad, su sí al plan de Dios que pone de manifiesto una gran capacidad de fe, de confianza, de entrega y disponibilidad. Pero también su capacidad de riesgo, su apertura a lo nuevo, al compromiso, su gran corazón.

Finalmente, tiempo para jugar, hablar y compartir.

El próximo curso con un nuevo lema tendremos otra vez la oportunidad de crecer y avanzar por los caminos que Dios sueña para cada uno.