En las fiestas siempre queremos conjugar una serie de elementos:
- La solidaridad con los que comparten ideales con nosotros y tienen menos medios, como son los niños de nuestras misiones en Zambia.
- La importancia de dotar a la vida de sentido o, en otras palabras, de tener una vocación como el beato Pedro que desde niño vivió convencido de que quería y estaba llamado a ser sacerdote.
- La alegría de la fiesta manifestada en nuestros juegos, canciones,…
Tanto en los días previos a la fiesta, con la tómbola, como durante las mismas, con el kiosko, hemos recaudado fondos que se destinarán a mejorar las instalaciones y el acceso a la educación de los niños que, en la misión de Mishikishi (Zambia), viven en la casa beato Pedro o asisten a la guardería.
Desde allí nos envían esta foto y su agradecimiento:
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