El lema de este año para el día del Seminario es
“Apóstoles para los jóvenes”
Esta jornada se celebra desde el año 1935, a instancias de los sacerdotes operarios diocesanos, el 19 de marzo, solemnidad de San José, aunque en nuestra diócesis -por no ser festivo- lo celebraremos el domingo día 18 de marzo.
Jesús eligió a doce hombres y les invitó a seguirle. Los eligió a ellos y no a otros, y les quiso de una manera especial, con predilección. Los llamó para que estuvieran con Él y para enviarles a anunciar la buena nueva del reino de Dios. Les formó durante varios años, les acogió en su compañía, les abrió el corazón y les fue enseñando todo. Esa misma historia se repite en cada joven que entra al seminario. (Conferencia Episcopal Española)
Todo cristiano que vive su fe con autenticidad, antes o después tiene que hacerse esta pregunta:
¿A qué me llama Dios?
Esta pregunta, supone una respuesta sincera, abierta a todas las opciones: matrimonio, religioso, sacerdote. Pregunta y respuesta que necesita del apoyo de toda la comunidad cristiana a través de la oración. Pidamos, pues, para que muchos jóvenes escuchen la llamada de Dios a la entrega total en el sacerdocio y que respondan a esta llamada con generosidad y alegría.
Oración día del Seminario 2018
Señor Jesucristo, el Padre te envió al mundo
para que trajeras misericordia y paz a la humanidad
que andaba en tinieblas, perdida y sin pastor.
Y, resucitado, enviaste a tus apóstoles al mundo
para que participaran de tu misma misión de llevar vida,
salvación y amor a todos los pueblos del mundo.
Continúa llamando y enviando evangelizadores con Espíritu,
que anuncien la buena nueva del Evangelio, no solo con palabras,
sino sobre todo con una vida transfigurada por tu amor.
Necesitamos apóstoles para los jóvenes
que sean el rostro de la misericordia del Padre,
y que acompañen y sirvan humildemente a su pueblo.
Haz que sean muchos los que, con generosidad,
acojan el don de la vocación presbiteral,
que se dejen formar en los seminarios y de forma permanente durante toda su vida,
para ser buenos discípulos tuyos,
configurados totalmente a Ti, Siervo, Sacerdote y Pastor,
que mantengan vivo y ardiente el celo pastoral, con el fuego del Espíritu Santo,
y salgan a buscar a los que tanto necesitan de Ti,
y así te puedan encontrar y ser plenamente felices.
Amén.
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