18 de mayo, cuarenta días después de la Pascua, el jueves de la Ascensión
A propuesta del papa Francisco, y como una iniciativa más para el desarrollo del Pacto Educativo Global, las diferentes organizaciones internacionales de enseñanza católica han acordado señalar el Día Mundial de la Educación Católica, que se celebrará cada año a los cuarenta días de la Pascua, en la antigua fiesta de la Ascensión del Señor.
Esa fiesta coincide este año con el día 18 de mayo y en esta ocasión, desde Escuelas Católicas, se nos propone visibilizar esa escuela católica que sale al encuentro en situaciones difíciles, y concienciar a la sociedad y a nuestros alumnos sobre el trabajo que las instituciones de iglesia realizan en algunos entornos donde se viven situaciones de guerra y de emergencia.
En concreto, vamos a poner nuestra mirada en la región siria de Alepo, asolada desde hace años por la guerra y recientemente por un terremoto que ha devastado numerosas zonas.
Lo celebramos con CABEZA destinando un tiempo a pensar y reflexionar sobre esta situación
La población de Siria ha estado viviendo una situación de crisis humanitaria tras más de una década de conflicto armado, y la situación se ha visto empeorada por el terremoto que sacudió el país el 6 de febrero de 2023. Durante la guerra, miles de personas han muerto, y millones han sido desplazadas de sus hogares. El conflicto ha dejado a gran parte de la población sin acceso a servicios básicos como el agua, la electricidad y la atención médica, y ha causado una crisis económica y alimentaria en todo el país.
La situación de los niños y niñas en Siria es especialmente preocupante:
- Según la ONU, más de 11 millones necesitan ayuda humanitaria y más de la mitad de ellos han sido desplazados de sus hogares perdiendo a sus padres o siendo separados de ellos. La mayoría están viviendo en condiciones precarias en campamentos de refugiados o en zonas de conflicto. Eran personas que tenían una vida bastante parecida a la nuestra y en poco tiempo lo han perdido todo.
- La falta de acceso a la educación es otra de las consecuencias graves del conflicto. Según UNICEF, más de 2,1 millones de menores en edad escolar no están asistiendo a la escuela.
En el Día Mundial de la Educación Católica queremos visibilizar estas situaciones tan límites, presentar a tantas personas que conviven con realidades tan duras y, sobre todo, agradecer a tanta gente de fe que se desvive con una entrega generosa y radical, apuntando siempre a la justicia, frente al sufrimiento; a la solidaridad, frente a la desigualdad; y a la esperanza, frente al pánico, al miedo.
Lo celebramos con CORAZÓN y nos unimos en oración a los niños de Alepo rezando el padre nuestro
https://youtu.be/0aQSOPlrCEQ
En el colegio lo rezaremos todos a las 12 del mediodía, unidos a niños y adolescentes de escuelas católicas de todo el mundo.
Lo celebramos con las MANOS, ayudando a los que ayudan
Hay instituciones que desarrollan su proyecto educativo en Alepo. El que lo desee puede colaborar con estas instituciones que tienen escuelas en Alepo a través de la Fundación de Religiosos para la Salud (FRS) y la iniciativa Colaboramas.org.
Porque, en la Escuela Católica no hay celebración sin esta dimensión de compromiso social que contribuye al cuidado de nuestro mundo a todos los niveles.
Deja una respuesta