Y a Plasencia nos encaminamos el pasado 29 de abril, temprano -a las 6:30 h- para conocer de primera mano los inicios de las Discípulas de Jesús y para celebrar este 75º aniversario que está llegando a su ecuador.
Religiosas, profesores, alumnos, padres, ex-alumnos,… un total de 47 personas de aquí, de León. En total éramos 122 procedentes de Ferrol, León, Orihuela y Valladolid.
En Plasencia recorrimos las mismas calles que don Pedro pisó durante 10 años, el tiempo que estuvo allí como rector del seminario (1917-1927) e hicimos también el mismo camino que el hizo el 18 de agosto de 1931 -a mediodía- cuando según sus propias palabras:
“En Plasencia, el día 18 de Agosto de 1931 rezando Maitines, en el colegio de Vocaciones, se me ofreció la idea de las Discípulas de Jesús, en pocos momentos”.
No había pasado una hora y, a pesar del calor del mediodía de la ciudad extremeña, ya estaba en el convento de las carmelitas comunicándoles la noticia.
A esta explosión inicial le siguió un largo tiempo de silencio para madurar la idea que intentó hacer realidad en Toledo el 20 de julio de 1936 y que tuvo que esperar al 15 de diciembre de 1942 para ponerse finalmente en marcha.
Además de recordar estos acontecimientos, en el acto de acogida, recibimos la bienvenida de Mª Elena Vílchez Ríos, la actual Madre General, el saludo de religiosas de Venezuela, Zambia y México que por medio de mensajes de vídeo se hicieron presentes y nos acercamos a las distintas tareas de las Discípulas de Jesús en los lugares en los que actualmente tenemos .
Siempre descubrimos algo nuevo. Por ejemplo, tuvimos la oportunidad de conocer un poco mejor la labor de las Discípulas de Jesús en la residencia sacerdotal de León a través del testimonio de algunos de los sacerdotes que allí residen. Uno de ellos, el más antiguo de la casa, lleva viviendo allí casi 50 años.
El domingo celebramos en el Seminario la eucaristía y después nos encaminamos a Yuste donde visitamos el monasterio. Una vez finalizada la visita, todos a comer a un camping cercano y de regreso a casa.
Bonita experiencia, experiencia real de camino compartido, de
¡GRACIAS A TODOS LOS QUE HABÉIS PARTICIPADO!
Porque con vuestra presencia habéis hecho posible la peregrinación a Plasencia y hemos podido disfrutar juntos de esta recreación de aquel primer momento de inspiración del beato Pedro.
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