Hemos finalizado el curso 2020-21. Un curso que ha quedado grabado a fuego en nuestra vida: en nuestro cuerpo, en nuestra mente, en nuestros sentimientos… en todo lo que somos.
Ha sido un curso muy especial, en el que no ha sido necesario repetir muchas veces el lema –me cuido y te cuido- para aprenderlo, porque era una certeza y una necesidad de nuestro día a día.
A lo largo del curso hemos cultivado la capacidad de adaptarnos a las dificultades y salir fortalecidos de ellas, hemos aprendido a sonreír con la mirada, a ser cercanos en la distancia, a valorar tantos y tantos pequeños detalles cotidianos…
No ha sido fácil, es cierto, pero habrá merecido la pena si hemos aprendido
- que lo personal influye en lo colectivo,
- que juntos podemos alcanzar metas que por separado se presentan inalcanzables,
- que todos somos valiosos, muy valiosos y que es necesaria la solidaridad para salir adelante.
Por eso, aunque no haya sido un curso fácil, ha podido ser un curso muy fecundo y queremos daros gracias a todos porque con uno solo que hubiera faltado, no hubiera sido posible:
Gracias a las familias
Por su confianza, por comunicar con prontitud las situaciones que iban surgiendo y tener en todo momento una actitud de colaboración.
De manera especial, damos gracias a la AMPA porque no ha perdido la ilusión por dinamizar y hacer actividades acordes a las nuevas circunstancias, por ejemplo ese detalle de Navidad, ese calendario de Adviento o esa convivencia al aire libre de fin de curso.
Gracias a los alumnos
Por su alegría, su buena disposición, su respeto de las normas, a pesar de que muchas veces no las entendieran, por el cariño que nos han dado…
También aquí tenemos un recuerdo y un gracias muy especial para nuestros alumnos de 4º ESO: por sus valores, por su ejemplo para el resto de compañeros, por su actitud dialogante, y también por su rendimiento que es motivo de orgullo para todos; más del 25 % ha tenido una media de sobresaliente en este curso. Estamos seguros de que podrán hacer realidad sus sueños de futuro allí donde vayan porque no tienen miedo a los retos y problemas que les presenta el día a día.
Gracias a los profesores
Por esa labor de equipo que hemos realizado, por el tiempo «sin medida» dedicado a la organización, gestión y preparación de las clases en unas circunstancias totalmente nuevas. Por el humor y solidaridad con el que se han afrontado las situaciones que iban surgiendo, por su preocupación por los alumnos y familias que vivían una situación de aislamiento o cuarentena.
Gracias al PAS
Porque, desde fuera de las aulas, hacen posible todo lo demás: personal de limpieza, portería, secretaría, comedor… Con su labor callada y con su atención personalizada han sido imprescindibles para asegurar un acceso seguro al centro, una adecuada higiene, una información adecuada y actualizada en todo momento.
Llega el verano
Y con él, el merecido descanso para todos. Nos vemos en septiembre, seguiremos con restricciones, pero no importa. Sabemos que ser comunidad educativa del colegio Discípulas de Jesús nos une y nos permite superar retos e ir siempre más allá porque, como decía el beato Pedro, el amor hace fácil lo difícil.
Que descansemos y seamos para los demás motivo de alabanza y de bendición:
Con todas tus fuerzas, con toda tu alma, con todo tu corazón, este verano…
¡bendice al Señor!
Al levantarte y dirigirte a la playa, mientras esperas, maleta en mano, la llegada del tren, incluso cuando todos, excepto tú, estén de veraneo…
¡Bendice, con la mejor de tus sonrisas, al Señor!
Consigue este verano que tu alabanza se convierta en top 1 en spotify.
Deja que tu corazón baile al ritmo de Dios.
Que cada persona, cada gesto, cada acción… sea una oportunidad para bendecir al Señor…
¡Adelante, que suene bien fuerte tu corazón!
(Cf. J. M. de Palazuelo; cuaderno joven MJ 450-451)
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