TERCERA SEMANA DE CUARESMA
¿Cuántas veces hay que perdonar? ¿Hasta siete? No, hasta setenta veces siete.
Vamos avanzando en este camino de Cuaresma. Nos acercamos en esta ocasión a una de las manifestaciones más conocidas de la misericordia: el perdón.
Nuestra mentalidad occidental nos puede llevar a contabilizar el perdón. Sin embargo, a lo que se nos invita no es a eso sino a perdonar sin límites, hasta el infinito y más.
Amar al otro en su debilidad, más aun, amarlo cuando nos ha hecho daño o perjudicado en algo es una de formas más desinteresadas de amor.
Pero, para ser capaces de amar así necesitamos la experiencia de ese amor sin límites a nuestra pobreza, necesitamos sentirnos perdonados y necesitamos ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos.
Esa lección del perdón es la que nos ofrece la parábola del siervo sin entrañas, ese es el perdón que Dios Padre nos ofrece. Pero, no siempre estamos dispuestos a aprenderla. Como el siervo sin entrañas podemos pasar por la vida recibiendo perdón y no dejar que esa experiencia cale en nosotros, nos cambie y nos lleve a actuar de la misma manera.
¿Hasta dónde estoy dispuesto a perdonar?
¿Me he sentido amado y perdonado sin condiciones?
El Discípulo de Jesús tiene es capaz de descubrir ese perdón sin límites en su vida porque tiene la experiencia del amor salvador de Jesús y de la misericordia del Padre. Esa experiencia le capacita para llevarlo a su vida, a sus relaciones y ser capaz de decir con el salmista
El Señor es compasivo y misericordioso
Aquí tienes la parábola de esta semana
https://youtu.be/K-jHTm3Bmn8
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