Invisible, de Eloy Moreno
Todo sucede cuando un niño dice que ya no puede ser invisible, que ha perdido su poder. En una casa, una niña con muchas pulseras piensa en todo lo que no ha dicho y hecho. En otra, un niño con nueve dedos y medio, piensa en cómo estará el niño invisible, el niño avispa, el niño en el que se fijó hace unos meses y que se ha convertido en su único pensamiento. Pero
también hay un dragón que hará todo lo posible por salvar al niño invisible.
Quizá leer este argumento os descoloque, pero creo es necesario para no arruinar la experiencia. Leer Invisible supone, para algunos, un ejercicio de superación, una pelea constante, un brillante ejercicio para que muchos adolescentes – pero ojo, también adultos – puedan leer y reflexionar sobre aquellas cosas que les suceden y de las que no son capaces de hablar. Eloy Moreno construye una historia que, dividida en dos partes bien diferenciadas, nos habla de un problema muy real, pero aludiendo a ciertos elementos fantásticos que entenderemos a la perfección una vez terminada la obra. Una obra que, por otra parte, es muy sencilla en sus formas – sin entender el adjetivo como algo negativo –, pero muy reflexiva y con un movimiento de debate constante.
Podéis consultar su disponibilidad en el siguiente enlace: Biblioteca Pública de León
Marián dice
Es más que un libro. ¡Os lo recomiendo!