La novela se inicia en Bilbao en 1476, cuando el futuro rey de España, Fernando el Católico, llega a la ciudad para jurar los fueros. Durante su estancia, Fernando se encapricha de la joven Toda de Larrea y la deja embarazada: la hija natural que nacería de esta relación es el personaje central de la novela, María Esperanza.
Treinta y cuatro años más tarde, en el monasterio de Madrigal, María Esperanza, abadesa de ese monasterio, recibe un breve del Papa Julio II por el que se la reconoce como hija ilegítima del rey Fernando. A partir de ese instante, todo cambiará en la vida de la monja: aunque ya conoce a su padre, le falta por descubrir el destino de su madre y el de ella misma, quiere saber cómo y por qué acabó en ese monasterio. Inicia una búsqueda larga y metódica que la llevará a Medina de Campo donde conoce a su ya anciano padre y después a Tordesillas, donde visita a su hermanastra, Juana La Loca. Finalmente será otra de las hijas naturales de Fernando, la princesa Juana de Aragón, quien le revelará cómo tanto ella como su hermana pequeña, María la Menor, llegaron a ser recluidas en el monasterio.
Al mejor estilo de las novelas históricas y de intriga, la autora nos acerca al personaje central de la novela, una mujer por cuyas venas fluye sangre de reyes pero que se tiene que resignar a una existencia anónima y a cumplir con su destino como monja.
[…] “La abadesa: María, la Excelenta” (abril 2012) […]