Como todos los años, vamos a dedicar el mes de mayo a María. Este año lo haremos con ayuda del lema del curso: tu vida tiene sabor.
La vida de María fue una vida llena de sabor, pasó por momentos muy felices (dulces), decisivos (ácidos y salados) y también por momentos muy tristes y dolorosos (amargos). Estas distintas situaciones las vemos reflejadas en el rezo de Rosario según vamos acercándonos (contemplando) a la vida de Jesús a través de los ojos de María a través de los misterios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos.
Cada semana leeremos un texto del evangelio y veremos qué sabor le aporta a la vida de María. Esta reflexión nos permitirá hacer de María una compañera de camino que nos ayude a conocer mejor los sabores de nuestra propia vida.
Puedes leer la oración o escucharla.
Primera semana: María dice sí
Misterios gozosos: el sabor ácido
Introducción:
¿Os habéis dado cuenta de que el sabor ácido es un sabor muy peculiar? No es agradable, pero al mismo tiempo nos gusta. Es el sabor de muchas de las “chuches” que más éxito tienen. Pues, el sabor de la respuesta a la llamada de Dios es un poco como el sabor ácido, no tenemos claro si nos gusta, pero sí que tenemos claro que nos atrae.
Eso es lo que le pasó a María cuando el ángel Gabriel le hizo aquella propuesta tan peculiar.
Texto del Evangelio
En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.
(Lucas 1, 26-38)
Comentario
Cuando el ángel se presentó ante María, lo primero que le dijo fue que estaba llena de gracia, que Dios se había fijado en ella y la había mimado desde siempre.
María recibe esa invitación a alegrarse, se fía y dice sí. Decir sí a Dios es la gran tarea de todos los cristianos.
Sin embargo, muchas veces,tendemos a decir sí a nuestros gustos, a lo más fácil,… El sí de María no es así; cuando María dice hágase lo que hace es decir sí a Dios sin reservas, sin medir lo que ese sí va a traer detrás.
María es el modelo de todo cristiano, es nuestro modelo como discípulos, como discípulas de Jesús.
Rezamos juntos
Para cantar
Compromiso
Ayudamos a ser obedientes con nuestras madres, como Tú lo fuiste con el anuncio del Angel, “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices”
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