María, mes de mayo, mes de las flores… Con la oración
Al igual que en cursos pasados, los martes y jueves de este mes hemos rezado todos juntos al comenzar el día; EI y EP en el patio, ESO a través de megafonía.
Además de la oración, los alumnos también están trayendo flores a la Virgen para adornarla y demostrarle el cariño.
En cada oración y, a partir del lema elegido “Seguimos a María”, hemos ido trabajando los valores que la caracterizan y recordando, que ella va por el mundo dejando huella en cada uno de nosotros.
María RESPONSABLE:
Para llevar una vida de creencia y entrega a Dios y a su Hijo, María necesitó mucha perseverancia y mucha responsabilidad ante las pruebas que la vida le mostraba, pero al igual que nosotros contaba con Dios, quien le brindaba su apoyo incondicional.
Por la virtud de la responsabilidad nos habituaremos a sobrellevar las habituales dificultades, iremos dominando nuestra natural impaciencia y aprenderemos a imitar a María, Responsable y Humilde de Corazón.
Con la responsabilidad manifestamos, que no es el amor de un día lo que nosotros le ofrecemos a Dios sino el de toda la vida, un amor que crece día a día y que nos ayuda a crecer como cristianos y como personas. Por eso Madre hoy queremos ser RESPONSABLES como Tú.
María BUENA
María, nuestra Madre, fue siempre una mujer buena.
María demostró su bondad estando siempre dispuesta a servir a los otros, como a su prima Isabel, a la que no le importó ayudarle durante tres meses, cuando ya sabía que Ella sería la Madre de Dios.
María como mujer buena, nunca buscó destacar ni ser ensalzada, nunca se lee en el Evangelio que María se presentase en público cuando Jesús era recibido en triunfo, como cuando entró en Jerusalén con tantos honores entre palmas y vítores, pero sin embargo sí lo acompañó en los momentos más difíciles y no le importó estar presente en el Calvario a la vista de todos, sin importarle la deshonra, ante todo el pueblo, de darse a conocer como la madre de un condenado que moría como un criminal
Por eso Madre hoy queremos ser BUENOS como Tú.
María DISPONIBLE
María, nuestra Buena Madre, siempre estuvo disponible para Dios nunca dijo “NO” siempre escucho e hizo lo que Dios le deparaba y cuando alguien le pidió algo o necesitó de ella siempre estuvo disponible y no puso escusas para ayudarle.
Por eso Madre nosotros también queremos estar siempre disponibles, y no dudar nunca en emplear nuestro tiempo para atender a todo aquel que solicite algo de nosotros, y estar siempre DISPONIBLES como Tú.
María SENCILLA
Toda la vida de María está llena de una profunda sencillez. Era la Madre del Hijo de Dios y llevó a cabo esa tarea con gran naturalidad. En ningún momento de su vida buscó privilegios especiales, prefería pasar inadvertida, como una más entre las mujeres de su pueblo.
La sencillez y naturalidad hicieron de la Virgen, en lo humano, una mujer especialmente atrayente y acogedora, asequible y cercana a todos.
La sencillez y naturalidad son virtudes extraordinariamente atrayentes, pero difíciles porque son muchas las veces que queremos ser más que los demás y tener más que los demás, y cuando no es así queremos aparentar ante los demás por encima de los que somos y tenemos, algo que no nos termina alejando de los que nos rodean, de nuestros compañeros, de nuestros amigos y de nuestra familia.
Por eso Madre hoy queremos aprender a vivir cada día con naturalidad, a ser cercanos con los demás y mostrarnos tal como somos, sin falsas apariencias, queremos ser SENCILLOS como Tú.
María OBEDIENTE
Desde que María, le dijo al Ángel Gabriel: “Hágase en mí según tu palabra” comenzaba una vida llena de obediencia. Entendida como fidelidad, entendida como vivir de acuerdo a lo que se cree. María aceptó incomprensiones, persecuciones, momentos de dolor, antes que una romper entre lo que creía y lo que hacía.
La obediencia de María fue una fidelidad duradera. Es fácil ser fiel, y actuar conforme a lo que uno cree durante un día o dos. Es fácil ser coherente y constante en los momentos de entusiasmo; pero es difícil serlo en los malos momentos, y María siempre lo fue, desde la Anunciación hasta el pie de la Cruz.
Por eso Madre, hoy queremos imitarte y ser coherentes, y vivir y actuar conforme a lo que creemos y pensamos. Queremos vivir como auténticos cristianos y honrados ciudadanos y ser OBEDIENTES como Tú.
María ACOGEDORA
María tuvo siempre una actitud acogedora.
Desde el primer momento estuvo dispuesta a servir a Dios y a aceptar lo que tenía preparado para ella.
Siempre estuvo atenta a las necesidades de su hijo, Jesús, y de sus amigos, los apóstoles, y de todos aquellos que la rodeaban, como nos cuenta el Evangelio en el pasaje de las bodas de Caná, donde preocupada por los novios convenció a Jesús para que les ayudara a resolver el problema que se les presentaba.
Por eso Madre hoy queremos estar atentos a las necesidades de todos los que nos rodean y ayudarles, queremos ser ACOGEDORES como Tú.
María ALEGRE
María siempre brilló por su alegría. María tenía muchos motivos para ser una mujer alegre, se sabía Madre del hijo de Dios, y estaba convencida de la buena noticia que Jesús nos daba. Siempre confió en que todo lo que le ocurrió a su hijo tenía un sentido, y vivió la alegría de la resurrección junto a los apóstoles.
Nosotros como cristianos debemos estar siempre alegres. Alegres porque hemos tenido la inmensa suerte de conocer el mensaje de Jesús, el mensaje del amor, y tenemos que transmitirlo a los demás, pero no de una forma cualquiera, sino con alegría, la alegría de conocer el Evangelio y de saber que Cristo resucitó. El Señor quiere que siempre tengamos una sonrisa en la cara. Por eso Madre hoy queremos que la sonrisa sea una constante en nosotros y queremos ser ALEGRES como Tú.
María MADRE
María es un modelo de madre. La fe que siempre tuvo nuestra Madre María es una de sus virtudes más ejemplares. Durante toda su vida fue capaz de afrontar con fortaleza las dificultades y momentos duros que se le presentaron.
María guardaba en su corazón un secreto que ni Ella misma conocía, el ser la Madre de Jesús, y cuando le fue revelado en la anunciación no dudó ni un instante en volcarse en esa tarea. Incluso en los momentos más difíciles mantuvo la fe en Dios y en su hijo Jesús y continuó ejerciendo su vocación de Madre.
Por eso María hoy queremos tomarte como modelo de MADRE, porque siempre quieres nuestro bien.
Y, en los últimos días del mes, no puede faltar la Eucaristía en la parroquia Sta. Marina, para demostrar lo aprendido y ser agradecidos
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